Los compresores de baja temperatura están diseñados para sistemas de refrigeración que funcionan en entornos extremadamente fríos, normalmente por debajo de -10 °C. Estos compresores se utilizan comúnmente en sistemas de refrigeración industrial, aplicaciones de congelación y refrigeración criogénica. Los compresores de baja temperatura están diseñados para manejar alta presión y bajas temperaturas de manera eficiente, lo que garantiza un rendimiento de refrigeración constante. Son esenciales en aplicaciones como el almacenamiento en frío de productos farmacéuticos, la conservación de alimentos y la fabricación de hielo. Los compresores de baja temperatura ofrecen alta eficiencia energética, rendimiento confiable en entornos hostiles y durabilidad en condiciones de funcionamiento continuo.